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Palabras de fin de año

By abril 27, 2012 agosto 2nd, 2021 No Comments

Encuentros… Sorpresa… Coincidencias… Camino… Milagro… Fluir… Aventura… Horizonte… Abrazo… Gracias…

Estas son algunas de las palabras que vienen a mí cuando pienso en estos momentos de fin de año y en lo que ellos me suscitan.

Y es que una vez más, y de manera especial, celebro los encuentros que he ido viviendo en este viaje, el corazón que cada día se va repartiendo entre más países, descubriendo formas para contar la vida, esa vida que fluye simplemente y que el fin de un año y la llegada de otro sin duda no alcanza a delimitar. Pero ciertamente nos regala la oportunidad, al menos así es para mí, de mirar algunos de los caminos recorridos, y preguntarme con una dosis de humor por un momento “¿qué estaba haciendo el año pasado a esta misma hora?” y dejar que vayan apareciendo los nombres de los que aún acompañan mi historia en amistad y cariño, los nombres de los nuevos amigos, los nombres de los que ya no están físicamente pero estarán siempre en el corazón, los nombres de los proyectos compartidos, los nombres de algunos que empiezan a forjarse y ya se vislumbran como horizonte para el próximo año (es decir mañana o dentro de un rato).

Y por qué no, los nombres de algunas cosas que habremos dejado atrás porque como bien dice Serrat: “prefiero al sabio por conocer que a los locos conocidos”.

Es, como en casi toda ocasión (por no decir “toda”), una oportunidad para celebrar la música, puente para acercarnos y reconocernos.

¡Cuánta gente ha venido a mi vida gracias a ella y creo que esa gente también podrá decir lo mismo!

Quizá eso de saber que el corazón se reparte entre historias, distancias y reencuentros tendrá su dosis de nostalgia, o de “saudade” como la llaman hermosamente los brasileños.

“Un corazón sin distancia quisiera para cantar lo que siento”, decía Alberto Cortez (y yo también).

Pero qué bueno es saber que como decía Yupanqui:

“nos perdemos por el mundo, nos volvemos a encontrar…

Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar…”

Los números no importan, lo que sé es que agradezco a cada uno de ustedes el espacio que me ha regalado, las semillas de amor que han sembrado en mí y que han hecho que nuestro 2011 sea más feliz, más rico, más memorable.

En Japón, al felicitarse por el inicio del nuevo año se utiliza una expresión que significa algo parecido a “felicidades porque amanece”.

Y me gusta pensarlo así: ¡qué bueno recordar que siempre amanece! Creo que ser feliz tiene que ver con estar despierto, consciente de este presente que vivimos.

Entonces, que este amanecer nos encuentre bien despiertos, ¡feliz 2012 a todos, un abrazo sin distancias y mis deseos de que “este nuevo  año” (es decir hoy mismo) “nos traiga” (es decir ofrezcamos) toda la alegría y la fuerza para que la realidad y los sueños estén cada vez más cerca unos de otros, como lo están el fin de un año y el comienzo de uno nuevo.